4. LIDERAZGO EN FÚTBOL SALA

LIDERAZGO EN FUTSAL

Crisis: el catalizador grupal de los estilos de liderazgo.

Gracias a una crisis puede ponerse a prueba el liderazgo propio de un dirigente. Por lo tanto se puede ver la ganancia de la crisis, a la manera de un catalizador, ya que provoca la emergencia necesaria de estilos de liderazgo necesarios para salir avante. 

Los pésimos Directores Técnicos en momentos de crisis, cuando no hay resultados, comúnmente se les oye decir lo siguiente:

·         Faltó una pretemporada en la que pudiese dar más herramientas tácticas a los jugadores.

·         Sólo hay experiencia acumulada y ningún jugador destacado

·         La falta de remuneración desestimula a los jugadores

·         Les falta experiencia; ganar hubiera sido un desatino

·         Faltó más comunicación entre los jugadores.

·         Disminuyó el interés por incumplimientos administrativos

Ante la presión externa el DT se ve en la obligación de dejar de dirigir y empezar a liderar.

CARACTERÍSTICAS QUE DIFERENCIA A UN DIRIGENTE DE UN LÍDER	DIRIGIR	LIDERAR
Utiliza medios coercitivos?	Si	No
Es diseñador, guía y maestro?	No	Si
Cada entrenamiento clarifica la visión puesta en la temporada?	No	Si
La competencia una excusa para mejorar los modelos mentales compartidos	No	Si
Administra los recursos para dar cuenta de los procedimientos	Si	No
Innova de manera que los entrenamientos inspiren a dar lo mejor	No	Si
Mantiene los procesos para mejorar desde lo que se conoce.	SI	No
Recrea procesos de entrenamiento desde las necesidades individuales.	No	Si
Centrado más en las estructuras, los métodos, lo establecido.	Si	No
Centrado en el reconocimiento de los intereses de los jugadores.	No	Si
Inspira y refuerza la actualización de la confianza en sus jugadores.	No	Si
Ante un desacierto durante el entrenamiento pregunta ¿por qué?	Si	No
Ante una “desacierto” en el entrenamiento pregunta ¿Para qué?	No	Si

Los DT que no lideran están remediablemente condenados a circunscribirse a los reglamentos, siguen medianamente su plan de entrenamiento, dependen de las habilidades condicionales de sus jugadores y en el mejor de los casos de la técnica depurada durante los entrenamientos, como también de algunas tácticas que permiten perfilar éxito; pero no visionan estrategias para las situaciones de juego y hacerlas realidad durante la competencia.

Un DT exitoso tendrá en cuenta de manera permanente las siguientes dos estrategias:

1.       Programa

a.       Una visión que inspire al equipo a ser de la forma que se requiere para superar la presente temporada.

b.      Integrar a la visión los intereses particulares de los jugadores, miembros del equipo técnico, directivos y patrocinadores.

c.       Compartir estrategias de tipo programático para llegar a la Visión.

d.      Con qué fuerzas organizativas puede contar? Y de qué forma se puede apoyar del entorno?

2.       Red para implementar el Programa

a.       Identificar inicialmente las fuentes claves de poder y crear desde ellas las relaciones de apoyo necesarias para llevar la estrategia a la práctica. Estas fuentes de apoyo en cada Club son diferentes; lo extraordinario aquí, es identificar dichas fuentes. El liderazgo de un DT se pone a prueba cuando éste es capaz de integrar las fuerzas presentes en su alrededor a favor de su programa.

b.      Crear todas las funciones (roles en las diferentes personas que forman parte del club) que sean necesarias para organizar al equipo en una nueva estrategia a favor de una Visión.

c.       Identificar jugadores, personal técnico y directivos claves que sirvan de referencia para los nuevos comportamientos que se requieren para avanzar tras lo programado.

Bueno, el asunto aquí no sería el tecnicismo mismo de la Visión, sino más bien que ésta esté centrada en el mejoramiento de los jugadores que integran el equipo. Es decir, si ellos no traducen la visión a favor de su propio progreso, quedará como un ejercicio de escritura que no es atractivo porque no reconocen otros sistemas de relaciones y cuáles serían las nuevas medidas que se adopten para hacer realidad el escenario de futuro.

Naturalmente cabe aclarar que un DT que desee liderar su equipo debe cumplir a cabalidad las funciones que se espera cumpla éste mismo desde la dirección.